Traumas en ficción

Como individuo con traumas, y en concreto con Trastorno de Estrés Postraumático, siempre me ha parecido bastante frío e inhumano, el trato que se le da a esta condición en ficción. También por supuesto fuera de la ficción, porque a veces, más para desgracia que otra cosa, el arte es un reflejo de la sociedad, y duele ver que se nos trate igual de mal en ambos lugares. También tenemos derecho a encontrar en algún lugar un trato que merezcamos, con el que no nos sintamos juzgades ni invisibilizades.

Como he dicho en alguna ocasión, no debería de ser solo un reflejo unidireccional. Son muchas las historias que hablan de futuros mejores, de aceptación de las vivencias de otras personas, que buscan explicar las realidades que se escapan de lo normotípico, y cuando hablamos del área mental como que vamos dando pequeños pasos y con tropiezos.

Por eso he pensado que era buena idea hacer esta entrada, sobre todo, por esa corriente literaria que existe que dice que los traumas son los únicos conflictos para que las historias avancen. Los traumas no hace que avance nada; te estancan.

Qué es un trauma

Por supuesto existe la parte física, de ahí la rama de traumatología, que se conoce como «herida, ruptura», y aunque una trauma físico puede desembocar en uno psicológico, no me quiero quedar en él.

Dicho esto, el trauma psicológico es una realidad mucho más común y frecuente de lo que se suele pensar. Ya que puede ser desencadenado por diversas situaciones, aunque sea conocido que ocurran solo por causas aterradoras, inquietantes, abrumadoras o perturbadoras. Pero en general es cualquier situación muy estresante.

De este modo, no es tanto el evento o situación, como el contexto, la persona y su historia. Por eso hay personas que vienen de una guerra que no tienen ninguna secuela, mientras que otras sí, y hay personas que al ir a hacer la compra puede causarles un episodio traumático, mientras que a otras no.

Los tipos de traumas más comunes por la forma en que se presentan son:

a) Trauma agudo: Está muy persistente la respuesta de lucha o huida. Es una impresión duradera en nuestra mente que deja una huella emocional intensa a nivel cerebral.

Hay que tener en cuenta que la experiencia se manifiesta por vivencias, esto quiere decir que no se aprecia tanto por las palabras, sino por la manera de revivirlo mediante flashbacks.

Si no se trata este tipo de trauma y la persona no logra procesarlo se puede desarrollar Trastorno de Estrés Postraumático y/o un trauma crónico.

b) Trauma crónico o acumulativo: Resulta de una exposición de eventos traumáticos a largo plazo o durante un tiempo prolongado.

La concatenación de diversos eventos de traumas agudos puede provocar también un trauma emocional. Estas son conocidas como las populares «malas rachas», esas experiencias que bien podrían ser: que te despidan, que te reprochen que te hayan despedido, que tu coche reciba un golpe y no tener dinero para repararlo, que se rompa una tubería en casa y no lo cubra tu seguro, que hospitalicen a un ser querido, etc.

Cada evento que nos desmoraliza provoca un deterioro aún más en nuestros escasos recursos psicológicos, por eso es tan importante gestionar problemas y cómo estos afectan a nuestras vidas, aceptar que hay cuestiones que no podemos manejar o no manejar soles, y rodearte de una red de apoyo que verdaderamente te apoye, porque para hundirte, la gran mayoría del tiempo nos tenemos suficiente a nosotres mismes.

c) Trauma complejo: A menudo se asocia a que nace solo en la etapa infantil, o previa y generalmente se enmarcan en el contexto de las relaciones interpersonales. Resulta de la exposición a múltiples eventos traumáticos.

Durante años mi forma de describirlo era hablar sobre diversos focos de trauma. A mis psicólogos, de hecho recuerdo haberles dicho «yo tengo un foco principal del trauma y luego tengo otros focos, algunos los tengo mejor trabajados que otros».

Esto puede no ser apropiado si estuviéramos escribiendo un ensayo o un trabajo clínico sobre el trauma. Pero si estamos hablando de crear personajes con traumas, es importante saber que o tienen un título en salud mental, o lo más cercano a la realidad es que usen una nomenclatura propia, nacida de su forma de expresarlo. A menudo veo cierto miedo o correctismo (en ramas de lingüística, tenemos un término que es la ultracorrección. Ocurre cuando te obcecas en hablar de la manera más correcta o culta posible y cometes errores garrafales). En salud viene de no dejar que las personas nos expresemos de la forma en que lo sentimos.

Es importante encontrar una forma. Sobre todo cuando se habla de traumas. Da igual que no sea psicológicamente correcta, lo importante es que le sirva al individuo y que conecte. Es el camino para empezar a sanar, el momento de dar con las palabras y permitirse sacarlo.

d) Trauma secundario o vicario: En esta ocasión una persona desarrolla síntomas de trauma por el contacto cercano con alguien que ha experimentado un evento traumático.

Por ejemplo, una madre puede sufrir este tipo de trauma a través de las vivencias de su hije, o un bombero al ver como personas pierden su casa y todos sus recuerdos en un incendio. También lo pueden padecer personas con altos niveles de empatía.

Sintomatología

Los síntomas son muy variados, no solo por los distintos tipos de traumas y razones distintos, sino porque cada persona somos un mundo. Sin embargo, sí que se pueden enlistar síntomas comunes.

Hay algunos especialistas que suelen incidir en que los síntomas varían con el tipo de duración, pero otros sostienen (y me inclino por estos) de que salvo en el TEPT, los síntomas pueden ser similares y solo varía la profundidad podríamos decir de estos síntomas.

Los síntomas más comunes así pues son:

  • Flashback de lo ocurrido: Una cosa importante de cuando suceden los flashback es que puede pasarte en momentos en compañía, de alegría, con un detonante, o nada más despertarte. Y que nada más tenerlos, lo más habitual es tener una respuesta de huida, no hacia fuera, sino hacia dentro, por el resto de síntomas.
  • La culpa: O más bien la reasignación de culpa. La sociedad en la que vivimos tiene muchas trabas para vivir y una de ellas es querer buscar siempre el culpable de las cosas que suceden. Y cuando tienes un trauma, sobre todo si es complejo, rápidamente coges el papel de culpable. Y como eres la razón por la que ha pasado, te metes para dentro a sufrir el castigo porque eres una mala persona que ha dejado que pasara eso. Encontrar al culpable en términos de salud mental no hace que el pasado cambie, aceptar lo ocurrido, sí.
  • Pérdidas de memoria: Se dice que el cerebro para protegerse olvida los momentos traumáticos, puede parecer contradictorio con los flashback, pero muchas personas con traumas tardan en conectar, por así decirlo, con lo sucedido y primero lo bloquean, así como bloquean momentos alrededor de ello. También por supuesto existimos personas que nuestro cerebro recuerda con todo lujo de detalles todo.
  • Malestar general: Al fin y al cabo un trauma es una afección. Igual que cuando nos duele la tripa, tenemos malestar y nos cuesta concentrarnos en otras cosas porque tenemos el foco en lo mal que estamos, con un trauma ocurre lo mismo. Por ello también una persona con trauma tiende a irritarse más y a tener problemas de sueño.
  • Dichos problemas de sueño pueden ser desde etapas de insomnio y somnolencia, hasta lo que se conoce como terrores nocturnos, pesadillas.
  • También síntomas que se parecen muchísimo a la depresión como lo son ser incapaz de disfrutar y la disminución del interés. A mí de hecho me llevaban diciendo toda la secundaria conocides que estaban segures de que tenía depresión. Y tras hablarlo con diferentes psicólogos a los que he ido con los años, vimos que aunque suela ir de la mano el TEPT y la depresión, en mi caso nunca he tenido depresión. Yo me quería morir, pero no quería matarme, me gustaba ver las pequeñas cosas de la vida y detestaba que mi entorno me las arrebatase.
  • Con los traumas se pasa por su propia «fase de duelo»:
    1. Negación: Te niegas lo que has vivido, de hecho lo evitas a toda costa.
    2. Ira: Te enfadas contigo, con el mundo, odias muchísimo lo que ha pasado, lo que te ha pasado.
    3. Negociación: Medio aceptas lo que ha pasado, pero entras en un bucle de «esto no podrá cambiarme». Porque una persona traumada tiene mucho miedo, pero sobre todo tiene miedo a perder su identidad, a que se la hayan arrebatado y le asusta muchísimo la idea primero de no superarlo y segundo de dejar de haber sido elle misme. Yo tuve que aceptar que no todos los cambios son malos y que todes cambiamos todo el tiempo.
    4. Depresión. En mi caso fue una profunda sensación de vacío que con los años supe que podría ser el llamado aplanamiento emocional, tal vez a causa de la alexitimia, no lo sé. El caso es que vivía fuera de mí, despersonalizaba todo el tiempo y lo sentía como un profundo estancamiento. Siempre he sido muy visual y recuerdo que cuando salí de esta fase, fue como levantarme de un largo letargo sentade en un cruce de caminos, como incapaz de elegir. Y terminé eligiendo ir a campo a través y me sentí muy libre.
    5. Aceptación. Muchas personas no entienden qué significa la aceptación. Entienden algo como «me merezco lo que me ha pasado», pero no habla de eso, habla de perdonarte. Perdonar lo mal que te has tratado, que tú no has podido hacer nada para remediarlo y aceptar la situación. Apenas tenemos control sobre las situaciones que ocurren, muchas vienen sin que nos demos cuenta, es lógico que no tengamos una rápida reacción y no podemos responsabilizarnos de las acciones de otras personas, sino de las nuestras.
  • Dolores físicos: Dolor de cabeza, de barriga, mayor incidencia a caer enferme. Si no puedes dormir o si evitas irte a dormir por miedo a soñar con tu evento traumático, vas a enfermarte más y te va a doler el cuerpo, ya sea por la ansiedad generada o por el propio estrés.
  • Vergüenza, miedo, confusión, desesperación, sensación de ser una carga, autodesprecio, tristeza, indefensión. Junto a la indefensión es común también tener episodios paranoicos, desde pensar que en cualquier lugar te puede pasar algo similar, a que todo el mundo lo sepa y lo vaya a usar en tu contra o que te vas a encontrar con esa persona a donde vayas.

TEPT/PTSD

Lo pongo en inglés también porque me parece curiosa la de personas hispanohablantes que desconocen cómo es en español, pero si lo ven en inglés saben a qué me refiero.

El trastorno de estrés postraumático es una afección mental. Si bien es bastante común que una persona tenga traumas, sea consciente de ello o no, en el caso del TEPT es mucho más complejo. Es como la ansiedad frente al trastorno de ansiedad. La ansiedad es algo biológico, necesario para la supervivencia, el trastorno de la ansiedad ocurre cuando hay una alteración procesando acontecimientos existentes o no, y cómo nos afecta. Los traumas no son necesarios, sin embargo, son comunes y como he dicho si la sociedad fomentase una acción de gestión y cuidados emocionales se reducirían, pero el TEPT es cuando el trauma, por así decirlo, toma los mandos en tu cerebro.

¿Y qué pasa cuando un trauma toma los mandos en tu cerebro? Que trastoca toda tu forma de ver el mundo, lo tergiversa todo. Si antes te pensabas que la culpa podría ser tuya, no solo sabes que es tu culpa, sino que te martirizas diariamente con ello, no es que te merezcas que te haya pasado, es que te mereces todo lo malo que te pase. Puede haber pasado años desde los eventos traumáticos y tu cerebro seguirá rumiando sin dejarte salir, porque no te mereces salir, tienes que verlo una y otra vez. Estás también más a la defensiva, en hipervigilancia, con el cuerpo muy tenso (lo que crea además dolores musculares continuamente), aumentan los arrebatos de ira y de desestabilidad emocional (o lloras porque sí, o no lloras jamás, o te ríes o miras muy fijamente todo), aumenta el nerviosismo (que puede venir con problemas gastrointestinales, de picores en la piel o pérdidas de cabello o peso), pensamientos muy negativos sobre ti misme o tu entorno.

Traumas como conflicto en ficción

A grandes rasgos, cualquier situación podría causarlo, no solo las que universalmente se asocian con ello.

Como cualquier situación podría causarlo, ojalá muchísimes autores dejaran de usar determinados eventos traumáticos que claramente sí dejan secuelas sí o sí, si encima luego van a gastar cero palabras para resolver la salud de su personaje y van a hacer como si no hubiera pasado. Porque sí pasa.

Dicho esto, existe un mito por la comunidad literaria de que los traumas son los conflictos, los traumas no son los únicos conflictos. Existen muchísimos confictos y muchas formas de que tus personajes crezcan sin la necesidad de que pasen por un trauma.

Me he encontrado con muchas historias donde sobre todo el «héroe» sufría un gran trauma, como la pérdida de seres queridos (suele ser de los más comunes) y no solo no hablaba de ello con nadie porque es el héroe, qué es eso de necesitar desahogarse, ¿sabes? Sino que seguía hacia delante sin consecuencias porque ha puesto mucho esfuerzo y mirad cómo lo ha conseguido. Y como lo ha conseguido no es importante hablar del estado de ese personaje o de las personas a su alrededor. ¿Y para eso por qué decir que ha pasado por un evento doloroso y traumático? ¿Por qué no decir simplemente que ha tenido un pequeño bajón?

Últimamente está en auge por un lado historias grimdark/hopepunk y por otro lado la nueva corriente de dark romance. Los tres tienen algo en común: mundo jodido. En grimdark y en la nueva corriente de dark romance tienen además otra cosa en común: les autores se las consiguen arreglar no solo para hacer mundos jodidos lleno de personajes de moralidad dudosa, sino que cometen actos terribles. Por supuesto, en una sociedad que suele ser individualista, que se suele traducir en: búscate tú la vida y esto a su vez en: si tienes problemas de cualquier índole, la sociedad solo va a estar para hundirte más. Lo que significa: no hay red de cuidados y no paran de suceder eventos traumáticos.

Cuando vienes de vivir eventos traumáticos y has crecido con ellos no es que te vuelvas inmune como mucha gente piensa, es que tu cerebro los almacena como al fondo, y tú despersonalizas. Todo el tiempo. De hecho hay montones de estudios que vivir muchos eventos altamente traumáticos sin procesarlos desencandena en TID (Trastorno de Identidad Disociativa). Te vas fuera y dejas el cuerpo como en piloto automático. Esto genera muchas lagunas en tu memoria y mucho miedo, porque en el momento en que regresas a ser consciente de dónde estás y no recuerdas nada, te viene el miedo de ¿cómo he llegado aquí? ¿Qué he hecho? ¿Qué ha pasado? Y esto nunca se trata en la gran mayoría de estos subgéneros.

La salud mental es una gran desconocida y eso que nos afecta a todo el mundo. Y sin embargo, cuesta muchísimo encontrar personas que tratan el trauma y a personajes con traumas sean TEPT o no, como debería de tratarse, porque las personas con traumas también tenemos derecho a que se nos vea. Sea el evento traumático el que sea.

Las lecciones que aprendí no fue con ayuda psicológica, me hubiera gustado, pero no pudo ser. Mi entorno no estaba por la labor, pero un terapeuta es más como un guía cuando tú misme no tienes las herramientas necesarias para salir o no tanto salir, sino para comprobar. Cuando te quitan tu serenidad y seguridad, cuando te dañan, lo primero que intestas es volver a la calma, volver a estar bien, en vez de comprobar por qué te ha perturbado tanto, es un trabajo muy duro que necesita pasar por procesos, salir no es lo más importante, aunque sea lo más deseado, lo más importante es cómo te encuentras tú. Qué más da salir, si en el proceso te destrozas más.

Y otra cosa que me gustaría aclarar, varios puntos más arriba, hablé de que es importante que a las personas, o en este caso, personajes, tengan su manera de expresarse, es crucial saber distinguir que mi forma de decir algo por muy rudimentario y válido que sea, no debería de imponerse en la experiencia de otras personas ni usarse como el modo general.

Es el clásico que en la comunidad gay puede verse mucho mejor, ellos pueden llamarse «maricones», pero si tú no eres gay o ni perteneces al colectivo queer, quizás deberías no decirlo.

Publicado por Rep A. L.

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